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Cuando llega la hora profética

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Serie: Las Profecías Bíblicas - Esperanza de las Naciones

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Los dones espirituales

Una gran cena junto al Salvador

Babilonia, además de ser un gran imperio en la antigüedad también era el nombre de la ciudad capital de ese imperio. Los babilonios conquistaron muchas naciones y dominaron la mayor parte del mundo de ese entonces. Estamos hablando de aprox. 600 años antes de Cristo. Ellos acostumbraban a someter a una nación y llevar consigo, además de las riquezas, a las personas destacadas.

 

Es por ello por lo que Daniel, el profeta, era uno de los cautivos de Judá que fue llevado a Babilonia para estar en la corte del rey. Los babilonios eran muy desarrollados ya que usaban y explotaban el conocimiento de otros pueblos para su propio beneficio. Entonces no es de extrañar que los jardines colgantes de Babilonia fueran una de las 7 maravillas del mundo antiguo.

 

La cuna de este imperio se remonta a Babel (que significa confusión). Bel, era el dios pagano que entronizaba a los reyes. La ciudad de Babilonia era asombrosa, muy protegida por un sistema de dobles murallas, grandes avenidas, sistema de riego (río Éufrates), 54 torres templo, pero cayó esta gran ciudad en una noche. ¿Qué ocurrió?

 

“En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía”. (Daniel 5:5).

 

No siempre Dios escribió con su dedo.

 

La Biblia menciona muy pocas veces en las cuales Dios intervino de una manera tan directa. Dios escribió con su dedo la Santa ley en el Sinaí sobre tablas de piedra (Deuteronomio 5:22). Cuando Jesús estuvo en este mundo escribió sobre la tierra los pecados de los hombres que querían apedrear a la mujer adúltera (San Juan 8:6). Y en Babilonia sobre lo encalado de la pared indicando el juicio a una nación rebelde (Dan 5:5).

 

¿Babilonia se podría haber arrepentido? (Isaías 45:1-3).

 

Este imperio pagano tuvo la oportunidad de conocer de cerca al Dios del cielo, sin embargo, cuando el corazón humano rechaza voluntariamente la Palabra de Dios se comete un pecado imperdonable. No tiene perdón ya que rechaza la voz del Espíritu Santo. Aquellos que rechazan al Espíritu Santo aguardan una horrenda expectación de fuego y azufre. (2 Pedro 2:20-22).

 

¿Por qué vino la ira de Dios?

 

Daniel 5:1. El rey Belsasar y mil de sus príncipes estaban ocupados en una tremenda orgía y bebiendo vino. ¿Qué aconseja la Biblia sobre el alcohol? “No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará perversidades”. Proverbios 23:31-33. ¿Por qué Dios pide que nos abstengamos de bebidas alcohólicas? (Proverbios 20:1). Porque Dios nos ama y quiere ser nuestro amigo.

 

El Espíritu Santo habla a nuestra mente y cuanto más clara se encuentre ésta mejor podremos escuchar la voz de Dios. Cualquier droga o sustancia que pueda nublar la mente es usada por Satanás para llevar al hombre a realizar hechos vergonzosos. Fuimos creados con una mente capaz de entender las maravillas de Dios, por lo que el diablo la quiere destruir, para apartarnos de nuestro Creador y de esta forma no glorificar Dios.

 

No tenían respeto por las cosas santas.

 

Otro de los pecados de Babilonia que también tiene nuestro mundo, por causa de las bebidas embriagantes es lo que aconteció con el rey Belsasar que profanó los utensilios que habían sido dedicados a Dios. Daniel 5:2. Debemos respetar las cosas santas, no debemos tomar el nombre de Dios en vano. (Éxodo 20:7).

​

Lujuria. Daniel 5:16-17.

 

Observemos que el temor del rey no era arrepentimiento. El rey ebrio, con sus concubinas, se moría de miedo porque entendió que el juicio de Dios había venido sobre él.

 

“Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN.

 

Esta es la interpretación del asunto:

 

MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin.

TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.

PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas”. (Daniel 5:25-28). Tal cual el profeta de Dios lo había vaticinado años antes. Debemos entender que la misericordia de Dios se demuestra también con acabar con el pecador que rechaza la gracia de Cristo.

 

Inmoralidad Babilónica.

 

Otro pecado que puso fin a Babilonia, y que pondrá fin a la Babilonia espiritual de estos días, fue la Inmoralidad. “No cometerás adulterio”. (Éxodo 20:14); (Prov. 6:23-26). La lascivia, pornografía, prostitución, etc. destruyen la familia. Dios creó el sagrado vínculo del hogar para felicidad del hombre y la mujer. El hombre quiere vivir con otro hombre y en nuestra sociedad se la quiere catalogar a esa designación como familia, sin lugar a duda muy lejos del modelo bíblico de familia. ¿Qué necesidad hay de estar siempre luchando contra Dios? ¿Hasta cuándo luchará el hombre carnal contra Dios? No por siempre, es una realidad que pronto acabara toda degradación y corrupción moral.

 

¿Cuál es la voluntad de Dios?

 

Dios desea que sus amados hijos, por los cuales él dio su vida, sean prosperados y gocen de abundante salud física, mental y espiritual. “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. (Romanos 12:1-2).

 

El principio que debe guiar la vida del cristiano forma parte de nuestro culto racional. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. (1 Corintios 10:31). Esto no implica hacer nuestra voluntad o lo que está de moda sino poner nuestra vida en armonía con la Palabra de Dios y vencer gracias al poder del Espíritu Santo.

 

Debemos considerar nuestro cuerpo como santo, cuidarlo como un precioso regalo que nos ha entregado el Señor. “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. (1 Corintios 3:16-17).

 

¿Qué debe nutrir nuestra mente?

 

“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia”. (Colosenses 3:1-2,5-6).

 

El deber del cristiano.

 

1 Corintios 9:24-27. El apóstol ejemplifica la vida del cristiano como una lucha diaria contra los deseos de la carne. Jesús desea que nuestra mente esté llena de pensamientos ennoblecedores. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8).

 

Estamos viviendo en un tiempo de juicio, donde nuestro destino eterno está en juego, cuando la lucha del diablo se intensificará contra todo ser humano que desee hacer la voluntad de Dios. Necesitamos estar en armonía con los principios de salud que establecen las Sagradas Escrituras, necesitamos la unción del Espíritu Santo para poder vencer.

 

Si hoy decidimos entregar nuestra vida a Jesús para que nos libre de toda especie de mal, Jesús nos promete que la victoria está asegurada, no hay trampa del maligno que no podamos subyugar si nos tomamos de la mano del Señor.

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